por Nombre: Yunshu (Yun)
Apellido: Zarpa Veloz
Edad: 18 años
Clase: Monje
Estatura: 1.60 metros
Peso: 60 kilogramos
Profesión: Medicina floral ancestral, creación de inciensos y tes especiales, cocina tradicional.
Aspecto Físico: Yun es una pandaren de estatura algo inferior a la media, es muy joven aun y lo da a notar en varios aspectos. Su mirada esmeralda redondeada se ve siempre muy viva y por la forma de su rostro pareciese estar sonriendo de forma casi permanente. Posee un físico en pleno desarrollo aunque atlético pues sus enseñanzas como monje no han hecho más que comenzar prácticamente.
Su pelaje es de color negro y blanco, teniendo unas marcas llamativas alrededor de sus ojos que pareciesen aumentar el tamaño de su mirada por el simple juego de colores y de luces. Su cabello largo y lacio de color negro va arreglado en una larga coleta trenzada, además de que suele decorarlo con distintos detalles de variados colores, aunque predomina el color azul oscuro por alguna razón.
Aspecto Psicológico: Yun es una pandaren joven y con un sentido de la exploración demasiado vivo, que ya es decir siendo una pandaren. Su curiosidad casi no conoce límites y ahora mismo todo lo que la rodea es desconocido prácticamente. Es muy extrovertida y dada a aprender las costumbres de sus vecinos y aliados, nunca dice no a una conversación distendida y despreocupada.
Su estilo de vida inculcado desde nacimiento vela por mantener los ánimos sosegados y la ira nula en su interior, o al menos lo intenta. Por su apariencia y por su forma de conversación y de tratar a los demás, da a entender que es una pandaren pacifica y bonachona que solamente busca sobrevivir en este nuevo mundo del que tanto ha escuchado en su tierra natal.
Amante de una buena siesta cuando la ocasión lo requiere para recargar energías y muy difícil de despertar. Como todo pandaren, venera la cerveza y el mismo alcohol y nunca claramente reniega de una invitación si la situación lo permite. Pese a ello su reciente encontronazo con los goblin no la ha dejado indiferente y sin duda es una raza que mirará con algo de recelo y desconfianza, simplemente no entiende a esta raza y su forma de vivir. No obstante, cree en las segundas oportunidades.
Actualmente tiene un compañero fiel que considera un gran amigo, un gato negro peludo de temprana edad al cual le ha dado el nombre de Li. A decir verdad es su única compañía y no duda en conversar con este e incluso compartir sus alimentos y lugar de descanso. Ya que ama y respeta la naturaleza en si misma en todas sus formas, esta es una de las mejores formas en la que lo demuestra.
Historia:
La suave brisa marina golpeaba el cuerpo de la joven pandaren que en una costa de la lejana Kalimdor descansaba luego del tremendo encontronazo. Sus ropas algo raídas daban fe de que había sobrevivido a un naufragio y los maullidos de un pequeño gato o bola de pelo negra hicieron que su mirada esmeralda despertase abruptamente, encontrándose con el sol cegador de la mañana.
-¿Li...? ¿Qué hora es...? Puffff... ya no me acordaba de lo que había ocurrido... ¿dónde estarán los demás...?- Su voz suave y algo aguda surgía de su garganta casi a golpes por la sequedad que allí se acumulaba debido al salitre. No tardó en volver en si completamente y con toda la velocidad que su cuerpo le permitía, tomó las pocas posesiones que encontró repartidas por la pequeña orilla y se alejó de la zona con temor a que volviesen a encontrarse con los causantes de su actual estado.
Con poco más que una tetera decorada, una bolsa de cuero protegida con una variedad de hierbas y especias en su interior además de una rama larga que bien la hizo servir como apoyo para sus cansadas piernas, procedió a tratar de orientarse. El sonido de algunas voces en la distancia llamó su atención y mientras su mirada se enfocaba en el origen de estas, pudo ver una ciudad erguida e imponente en la distancia, tal vez habría llegado a su destino de forma fortuita.
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Durante su niñez convivió con su familia siguiendo las enseñanzas del su pueblo al dedillo, siempre demostró gran interés y capacidad por aprender varias especialidades al mismo tiempo como si no tuviese tiempo suficiente de aprenderlas. Aprendiendo de las enseñanzas de los monjes que expulsaron a los mismos mogu hace miles de años, logró hacerse un hueco en un dojo muy humilde para comenzar a practicar con la energía oculta del chi.
Algo que nadie esperaba es que con tan temprana edad se decidiese a aventurarse a explorar más allá de las costas de su tierra natal. Obviamente no sería la primera pandaren en hacerlo ni mucho menos pues muchos aventureros fueron los que marcharon hacia tierras lejanas en pos de la curiosidad y el espíritu explorador que habita en los pandaren.
El miedo a los sha era algo que anidó en su interior desde muy joven, viendo como mismamente se materializó ante los ojos atónitos de los miembros de su pequeña aldea costera debido al odio encarnizado que consiguió arraigar en un miembro de esta.
Más concretamente siguió las enseñanzas de los pandaren Shen-zin sun huojin debido a que se veía reflejada con este pensamiento que clamaba la libertad por encima de todas las cosas y el respeto por cada una de las razas. Pudo aprender algo del idioma que le esperaría en tal lugar desconocido y no dudó en aplicarse lo suficiente para valerse por si sola. Su espíritu de lucha y el desempeño del que hacía alarde incluso para cumplir con las tareas más insignificantes hizo todo posible.
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Parecía que había pasado una eternidad desde que abandonó la pequeña embarcación la isla errante para aproximarse a costas de la horda, cuando esta fue asediada por los goblin bonvapor que sin duda veían en los aventureros pandaren una oportunidad de amasar más monedas lustrosas. Yun desde luego tuvo suerte de sobrevivir y no caer en tal funesto destino.
Ahora mismo sus pasos la guiaban hacia la gran ciudad de la horda que se alzaba casi majestuosa en el horizonte, pese a lo ocurrido su espíritu de aventurera no había decrecido en lo más absoluto. Su meta como creadora de potentes elixires medicinales no había hecho más que comenzar, estaba en un continente desconocido y le quedaban miles de aventuras que vivir.
Lo que si estaba claro es que Yun haría todo lo posible por hacerse un hueco en esta civilización de la que había escuchado. Lo primero de todo era conseguir algo de comida y agua, lo siguiente estaría por verse en sus primeras horas dentro de los muros de la ciudad de Orgrimmar además de comenzar su exploración y peregrinación.
