[Evento personal] La media luna.

La joven centinela cantaba un relato antiguo en darnassiano mientras trenzaba su larga cabellera negra: "Todas las cosas nacen puras. La sabia del antiguo árbol fue fresca y jóvenes también fueron las estrellas. Oh, Lady Elune, dulces son las lágrimas que fluyen al recordar la inocencia que una vez fue nuestra." Un relato que ahogaba su corazón de penan y a la vez de gratitud, en un sueño que se repetía una y otra vez, y terminaba cuando Aleysha miraba al cielo  contemplando la claridad de la Luna, que no solo brillaba en lo alto del cielo, sino que daba la sensación de querer decir algo y no saber el qué.

Así despertaba la joven desde hace unos días, repitiendo el mismo sueño con la misma melodía y sensación. ¿Qué significaba? ¿Por qué esa sensación de alegría pero a la vez preocupación? Tras abrir los ojos después de esas apariciones, un recuerdo de su madre ahogaba sus pensamientos. Una hermosa kaldorei de cabello negro, portando una armadura adornada con símbolos de lunas y plumas, cuya guinda era una perfecta guja kaldorei que colgaba de su espalda. La muchacha no podía evitar dejar caer lágrimas, recordando como su madre, capitana centinela que lucho durante la caída del primer árbol, moría a manos de un despojo de la Legión.
Aleysha no dudó en buscar consejo, así que tras varios días acudió a una sacerdotisa de Elune que estaba destinada en Auberdine, y esta tras explicarle lo que veía, no dudó en sonreír y darle un sello que debía llevar al Templo de Elune en su amada capital, Darnassus.
- Deberás volver a nuestra amada Darnassus. Lleva esto al Templo, y pregunta por Astarii. Ella te ayudará en el camino que te espera por delante. *dijo la devota de la Diosa*

En cuestión de un día llegó a su destino, contemplando la belleza de aquel templo en cuyo centro estaba Haidene, la primera de todas. Preguntó por la sacerdotisa Buscaestelar y ahí estaba, una hermosa elfa de la noche de cabello verde que le sonrió amablemente a la centinela. Esta última le hizo entrega de su sello y esta lo tomo asintiendo sin más.
- Has hecho bien en venir. Veo dolor en tu corazón pequeña, y si quieres cumplir tus objetivos deberás sanarlo. *dijo calidamente mientras paseaban alrededor de la piscina sagrada*
Esas palabras para Aleysha no tenían sentido, pero en el templo se sentía mejor que nunca y más cuando charlaba con Astarii.
- Os enconmendaré algo Aleysha. Debéis viajar a Vallefresno con este vial y este pergamino y buscar una poza de la luna corrompida al sur de Astranaar. Debéis verter este vial en el y recitar lo que dice en el pergamino una vez llegado el momento. Pero os advierto, tened cuidado. Busca a personas en las que confiéis para que os ayude, el camino es peligroso y no podrás hacerlo sola. Una vez hagas eso, todo cobrará sentido...

Así fue como Aleysha Lun'areth, agradecida a Astarii por la ayuda, comenzó sus preparativos para partir a Vallefresno, una tierra desconocida para ella pero que no la asustaba en absoluto. Necesitaba respuestas a para todas esas dudas que bailaban en sus pensamientos.