No hace mucho del suceso que sacudió la noble tierra del Alto Reino. La situación actual es precaria, la sed afecta a todos y cada uno de los ciudadanos de estas tierras mientras estos aguardan a la espera de su príncipe. Luchan por sobrevivir abasteciéndose de,las pocas reservas que tienen de cristales y otro tipo de artefactos. A ese problema se le suma los ataques que no cesan de la cicatriz muerta y la aparición de más y más desdichados que han perdido la cordura. Es por ello que, muchas de las tropas de Errantes han regresado a su hogar para prestar su ayuda a su pueblo. Es por ello que Jalinde Dracoestío ordenó a una de sus forestales a reclutar a voluntarios para prestar ayuda en una de las zonas más afectadas de Lunargenta, la Plaza Alarcón. El objetivo de esto era reducir el número de desdichados que azotaban el lugar además de conseguir varios núcleos arcanos que servirían para distribuir energía a la zona y así ayudar a los ciudadanos. es así como un grupo de tres, liderados por la Forestal Solare, se encaminaron hacia la zona de cuarentena.
Aprovechando la fuerza bruta de los guardianes de Lunargenta afectados, consiguieron tres núcleos arcanos. Pero uno de ellos tuvo que ser sacrificado para poder escapar del lugar con vida. No obstante consiguieron reducir un gran número de desdichados gracias a aquel sacrificio, que mantendrá la plaza a salvo de más ataques por ahora.